RAZONES

Seamos realistas. Estamos sufriendo una crisis de salud mental a nivel mundial.

Hoy en día, en la Unión Europea, más de 1 de cada 6 personas padece enfermedades mentales. Más que nunca.

La depresión, el burnout, el TEPT, el insomnio,…son sólo algunos de los problemas psicológicos que afectan a millones de personas de cualquier edad.

Los problemas de salud mental no son solo fuente de sufrimiento para el individuo, su familia y comunidades, sino que también ejercen una enorme presión económica y administrativa sobre los sistemas de salud, educativo, económico, laboral y de bienestar social de todos los Estados miembros de la UE.

El coste anual de los problemas de salud mental son aproximadamente de 600.000 millones de euros, más el 4% del PIB anual. Todos y cada uno de nosotros estamos afectados, directa o indirectamente, por esta crisis de salud mental.

Una emergencia invisible de salud mental se está extendiendo por la Unión Europea, como una pandemia silenciosa.

Stella Kyriakides, Comisaria Europea de Salud y Seguridad Alimentaria, 2021

Los tratamientos farmacológicos están llegando al límite de sus capacidades, y nos está mostrando los problemas asociados a estos tratamientos.

Desde la aparición de los ISRS (antidepresivos) en las últimas tres décadas, no ha habido innovaciones sustanciales en el campo de la psicofarmacología.

Además, un porcentaje significativamente alto de pacientes no responde a los tratamientos psiquiátricos actualmente disponibles.

Muchas enfermedades mentales siguen siendo difíciles de tratar, y la gente suele enfrentarse a efectos secundarios desagradables, como aumento de peso, insomnio, dolores de cabeza y falta de libido.

Quizá, lo más impactante sea que muchos de estos tratamientos farmacológicos son usados a largo plazo o incluso de por vida, a menudo con el objetivo de paliar los síntomas en lugar de ir a la raíz del problema emocional.

Con demasiada frecuencia nos quedamos estancados en los mismos tratamientos psicológicos de hace décadas, ignorando los hallazgos de la investigación científica actualizada. Es fundamental que la investigación vaya a la par con la práctica clínica, que podamos acelerar la comprensión adquirida en neurociencia con el descubrimiento de mejores tratamientos.

Kan Duckworth, Médico Jefe de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales del Reino Unido

La ciencia muestra que tratamientos tradicionales pueden ser muy eficaces.

La investigación científica en todo el mundo destaca el potencial terapéutico de las sustancias psicodélicas, utilizadas a menudo por muchas culturas durante siglos en el proceso de curación tradicional.

Resultados de investigaciones actuales revelan que con asistencia psicológica profesional adecuada y unos buenos criterios de selección estandarizados, una o unas pocas dosis podrían producir beneficios muy importantes a largo plazo.

Cada vez son más los hallazgos médicos que indican la eficacia de sustancias psicodélicas, entre ellas la psilocibina, la DMT, el LSD y la MDMA, cuando se administran de manera controlado en un entorno clínico terapéutico.

Las terapias asistidas con psicodélicos (PAT) pueden proporcionar mejoras clínicas seguras, de acción rápida y sólidas con efectos duraderos en, entre otros, el tratamiento para la depresión resistente al tratamiento, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad al final de la vida, los trastornos por consumo de sustancias y las adicciones.

Australia ya ha reconocido y regulado el uso de psicodélicos naturales para la salud mental. Además, estos tratamientos cuentan con un apoyo cada vez mayor por parte de autoridades y organismos públicos en países como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Suiza, entre otros.

Más información sobre nuestra iniciativa

Millones de europeos necesitan mejores tratamientos. Tenemos que asegurarnos de que se tienen en cuenta los nuevos tratamientos psicodélicos, ya que la ciencia que los sustenta pone de relieve su inmenso potencial.

Mikulas Peksa, Miembro del Parlamento Europeo